La Unión Europea planea restringirEquipos Médicosla elegibilidad de los fabricantes chinos para participar en sus contratos de contratación pública, una noticia que ha generado amplia atención en el ámbito del comercio mundial. Según fuentes familiarizadas con el asunto citadas por Bloomberg, los estados miembros de la UE podrían votar sobre esta propuesta tan pronto como el 2 de junio. De aprobarse, esta sería la primera acción sustantiva de la UE en virtud de su Instrumento de Contratación Pública Internacional (IPI) de 2022, marcando un paso importante en el principio de reciprocidad en el acceso al mercado global de contratación pública. Sin embargo, esta medida podría abrir un nuevo y complejo frente en las relaciones entre China y la UE, en un contexto en el que Bruselas intenta equilibrar sus lazos con Pekín mientras enfrenta la presión arancelaria de Estados Unidos.
El Instrumento de Contratación Pública Internacional es una herramienta legal desarrollada por la UE para hacer frente a la competencia desleal en los mercados globales de contratación pública. Su objetivo es garantizar que las empresas de la UE reciban un trato justo en los mercados de contratación pública de otros países, al tiempo que se imponen medidas recíprocas a aquellos países que restringen el acceso a las empresas europeas. Bajo este instrumento, la Comisión Europea tiene la autoridad para imponer diversas restricciones a las empresas que participan en sus contrataciones públicas, incluyendo ajustes en la puntuación de las ofertas, la reducción de las posibilidades de adjudicación o incluso la exclusión total de ciertos contratos de la UE. La creación de esta ley refleja el fuerte compromiso de la UE con la equidad y la reciprocidad en el comercio globalizado.
Las medidas restrictivas propuestas contra los fabricantes chinos de dispositivos médicos se originan en la preocupación de larga data de la UE sobre el desequilibrio en el mercado de contratación pública de China. En abril de 2024, la UE inició una investigación sobre el mercado chino de adquisiciones de dispositivos médicos, centrándose en la creciente orientación hacia la localización en las compras de tecnología médica. Los resultados, publicados en enero de 2025, concluyeron que China incurría en prácticas discriminatorias contra las empresas extranjeras en la adquisición de dispositivos médicos. Por ejemplo, varias provincias y ciudades chinas establecieron estrictos requisitos de contenido local, dando prioridad a los proveedores nacionales, lo que dificulta el acceso de las empresas extranjeras al mercado chino. El informe de la UE muestra que esta política impulsó directamente una inversión en la balanza comercial de dispositivos médicos de China: de un déficit de 1.300 millones de euros en 2019 a un superávit de 5.200 millones de euros en 2020.
El rápido crecimiento del mercado de dispositivos médicos de China y el fortalecimiento de sus políticas de localización no solo han alterado el panorama del comercio mundial de estos productos, sino que también han encendido las alarmas en la UE. La investigación de la UE no busca revertir la tendencia superavitaria de China en el comercio de dispositivos médicos, sino que espera que, mediante la imposición de restricciones, se pueda alentar a China a abrir su mercado de contratación pública y lograr un entorno de competencia más justo. Funcionarios de la UE han declarado que la competencia leal es un principio fundamental del sistema de comercio mundial, y las políticas de China en el sector de los dispositivos médicos son claramente contrarias a este principio.
El contexto de esta propuesta debe considerarse en un entorno geopolítico y económico más amplio. En los últimos a?os, la UE ha buscado un equilibrio en sus relaciones con China. Por un lado, China es un socio comercial crucial, con una estrecha cooperación en múltiples áreas; por otro, la UE ha expresado una creciente preocupación por las prácticas de China en materia de acceso al mercado, protección de la propiedad intelectual y transferencia de tecnología. Al mismo tiempo, la reciente reanudación de la guerra arancelaria por parte del presidente estadounidense Trump ha intensificado las tensiones comerciales a nivel mundial. La decisión de la UE de imponer restricciones a los fabricantes chinos de dispositivos médicos en este momento sin duda a?adirá una nueva capa de incertidumbre a las relaciones sino-europeas.
Cabe destacar que esta medida de la UE no es un hecho aislado. En los últimos a?os, ha habido un aumento de las tendencias proteccionistas en los mercados de contratación pública de las principales economías mundiales. Por ejemplo, Estados Unidos ha reforzado el apoyo a las empresas locales a través de su política "Buy American", mientras que China ha consolidado la competitividad de su industria nacional mediante requisitos de localización. El Instrumento de Contratación Pública Internacional de la UE surgió en este contexto, con el objetivo de proteger los intereses de las empresas europeas a través de medidas recíprocas. Sin embargo, los analistas se?alan que esta estrategia de "restricción por restricción" podría conducir a una mayor fragmentación del comercio mundial e incluso provocar medidas de represalia.
Para los fabricantes chinos de dispositivos médicos, las medidas restrictivas de la UE podrían tener un impacto significativo. Las empresas chinas han crecido rápidamente en la última década, ganando una posición importante en el mercado global gracias a sus ventajas de costos y avances tecnológicos. Sin embargo, si la UE implementa restricciones de compra estrictas, las empresas chinas podrían enfrentar una reducción de su cuota de mercado y una disminución de sus ingresos. Además, esta medida podría llevar a China a reevaluar sus propias políticas de contratación pública; queda por ver si decidirá abrir más su mercado a cambio de un trato recíproco por parte de la UE.
La postura dentro de la UE sobre esta propuesta no es unánime. Algunos estados miembros temen que restringir a las empresas chinas pueda generar tensiones en la cadena de suministro de dispositivos médicos, especialmente cuando las cadenas de suministro globales aún no se han recuperado por completo del impacto de la pandemia de COVID-19. Como recurso de salud pública crítico, la estabilidad de la cadena de suministro de dispositivos médicos es de vital importancia para todos los países de la UE. Por lo tanto, el resultado de la votación reflejará directamente el equilibrio que los estados miembros buscan entre la protección comercial y la seguridad de la cadena de suministro.
Desde una perspectiva a más largo plazo, esta iniciativa de la UE podría ser el punto de partida para una reconfiguración de las reglas del mercado global de contratación pública. Con la implementación del Instrumento de Contratación Pública Internacional, la UE podría extender medidas similares a otros sectores, como la construcción de infraestructuras o la adquisición de equipos de alta tecnología. Esto no solo afectaría a las empresas chinas, sino que también podría tener un efecto dominó en las empresas de otros países. Los analistas creen que las futuras reglas del comercio mundial podrían poner un mayor énfasis en la reciprocidad y la transparencia, lo que planteará nuevos desafíos a las estrategias de mercado de todos los participantes.
En resumen, la medida restrictiva de la UE contra los fabricantes chinos de dispositivos médicos es tanto una acción estratégica para defender la competencia leal como un cuidadoso equilibrio de intereses geopolíticos y económicos en un entorno internacional complejo. El resultado de la votación del 2 de junio proporcionará una guía clave para la implementación de esta política y, al mismo tiempo, sentará las bases para el futuro de las relaciones comerciales entre China y la UE. En un entorno comercial global cada vez más volátil, este evento será sin duda un punto focal de atención para la comunidad internacional.
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