El auge de los vehículos eléctricos ha traído al mundo una nueva esperanza ambiental, pero al mismo tiempo ha desencadenado una regulación estricta sobre su huella ecológica. El gobierno japonés ha lanzado recientemente una nueva normativa sobre la huella de carbono de las baterías de vehículos eléctricos, destinada a reducir las emisiones de carbono durante su producción e impulsar aún más el proceso de descarbonización. Si está atento a cómo introducir vehículos eléctricos o productos relacionados con baterías en el mercado japonés de manera conforme, este artículo le ofrecerá una guía detallada.
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ToggleRecientemente, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón (METI) anunció un nuevo plan que exige a los fabricantes de vehículos eléctricos que se vendan en el mercado japonés calcular y reportar las emisiones de dióxido de carbono generadas durante la producción de las baterías. Esta exigencia entrará en vigor en el a?o fiscal 2024; en un primer momento, los fabricantes deberán revelar dicha información para acceder a los subsidios gubernamentales, y finalmente se establecerá un límite máximo de emisiones: los vehículos que lo superen no podrán recibir subsidios. Esto implica que las empresas deberán abordar cada etapa del proceso de fabricación de baterías para reducir las emisiones de carbono y garantizar que sus productos cumplan con los requisitos de la política.
Esta política japonesa, en realidad, toma como referencia el nuevo reglamento de baterías de la Unión Europea. La UE planea exigir a los fabricantes de baterías que revelen la huella de carbono a lo largo de todo el ciclo de vida de la batería a partir de julio de 2024, incluyendo cada etapa desde la adquisición y la producción hasta su tratamiento al final de su vida útil. El cálculo de la huella de carbono abarcará desde la extracción y el transporte de las materias primas hasta el consumo energético durante la fabricación, pasando por el desecho final y el reciclaje, garantizando que cada paso quede registrado y divulgado detalladamente. A partir de 2026, la UE también exigirá que cada batería en venta incluya un “pasaporte de batería”, que contendrá información detallada como el modelo, la composición química y la fecha de fabricación, además de registros de reparaciones, evaluaciones de durabilidad e instrucciones para su reciclaje una vez descartada. Esta revelación de información ayudará aún más a los consumidores a comprender el ciclo de vida completo de la batería y a tomar decisiones de compra más conscientes con el medio ambiente.
El objetivo de esta regulación es mejorar la trazabilidad del ciclo de vida completo de las baterías, reducir las emisiones de carbono y garantizar que los consumidores reciban información más completa. Al mismo tiempo, busca impulsar a toda la industria de vehículos eléctricos hacia un desarrollo más ecológico y transparente mediante la divulgación estandarizada de información. En cuanto a la nueva normativa japonesa, su avance sincronizado con las políticas de la UE implica que las empresas que operan en los mercados japonés y europeo deberán cumplir con estándares similares de huella de carbono. Esto, sin duda, aumentaImportación y exportaciónLa carga de trabajo de cumplimiento normativo de las empresas, especialmente en cuanto a la transparencia y precisión en el cálculo de la huella de carbono. Las empresas no solo deben garantizar que todo el proceso de producción y uso de las baterías cumpla con los estándares de emisión, sino que también deben registrar y archivar la información conforme a los requisitos de Japón y la Unión Europea, a fin de estar disponibles para consultas gubernamentales y de los consumidores. Esto requerirá que las empresas destinen más recursos a la gestión del cumplimiento, la recopilación de datos y la elaboración de informes, para asegurar la conformidad de sus productos en ambos mercados principales.
De acuerdo con las nuevas disposiciones, los fabricantes de vehículos eléctricos deberán informar directamente al Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón los datos sobre las emisiones de carbono generadas durante el proceso de producción de las baterías, y estos datos finalmente también serán puestos a disposición del público. Esto significa que el gobierno japonés busca, mediante la transparencia, que los consumidores conozcan la huella de carbono de cada vehículo eléctrico y, de esta manera, incentivar la compra de modelos más ecológicos. ParaComercio exteriorPara los profesionales del sector, los requisitos de divulgación transparente y los estándares regulatorios más estrictos implican asegurar que los productos de vehículos eléctricos importados cumplan con las normas de emisión de Japón desde la etapa de producción.
Para impulsar la implementación de este plan, Japón también colaborará con la Unión Europea para establecer conjuntamente un estándar unificado de emisiones en la producción de baterías, con el fin de promover la descarbonización a nivel mundial. Esto no solo responde a objetivos ambientales, sino que también busca aliviar, mediante la cooperación tecnológica, la presión regulatoria sobre fabricantes y proveedores. Como se?aló el comisario de Política Ambiental de la UE, Virginijus Sinkevi?ius, la cooperación entre Japón y Europa contribuirá a reducir la carga administrativa que enfrentan los fabricantes de baterías y automóviles en materia de cumplimiento normativo.
Sin embargo, el gobierno japonés también está protegiendo activamente la industria automotriz tradicional local y está limitando el acceso de marcas extranjeras al mercado japonés mediante el aumento de barreras técnicas. Esto significa que, para ingresar al mercado japonés, las empresas de comercio exterior deberán prestar mayor atención al cumplimiento de la huella de carbono de las baterías y preparar con anticipación la documentación y la tecnología correspondientes.
Para adaptarse a esta política, los fabricantes e importadores de vehículos eléctricosAgencia de ExportaciónLa empresa debe adoptar medidas de respuesta, como mejorar los procesos de producción, utilizar materiales de baja emisión de carbono y asegurar la reducción de la huella de carbono en toda la cadena de suministro de baterías. Además, debe prestar atención a los métodos de cálculo de la huella de carbono y a los procedimientos de certificación para garantizar el cumplimiento de los estándares de Japón y la Unión Europea. Especialmente en lo que respecta a la huella de carbono, la debida diligencia en derechos humanos y ambiental, las empresas deben demostrar su compromiso con la protección del medio ambiente y la responsabilidad social.
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